viernes, 27 de julio de 2012

Los jugones no tienen vacaciones (1)

El torneo de baloncesto volverá a ser uno de los grandes atractivos de los Juegos Olímpicos de Londres, junto con las pruebas tradicionalmente asociados a esta competición, como la natación o el atletismo. La presencia de un ingente número de jugadores procedentes de la NBA en casi todos los equipos clasificados hace que la competitividad de este campeonato se realce y que el nivel de los partidos crezca en calidad y espectacularidad.

De las doce selecciones en el torneo, solamente tres conseguirán subirse al podio, mientras que uno de ellos se alzará con la gloria olímpica. Aunque antes de que se lance al aire la ‘pelota gorda’, todos parten con las mismas posibilidades, es cierto que algunos son favoritos sobre el papel y solamente un mal día o un cruce inesperado podrían truncar su camino hacia la consecución de una medalla.

En el grupo A, el favoritismo recae en Estados Unidos, que defiende la medalla de oro conseguida en Pekín en 2008. Su juego excesivamente físico, con defensas asfixiantes y contraataques continuos, parece invencible para cualquiera de las escuadras contendientes, aunque no se puede asegurar nada antes de que se jueguen los partidos. El liderazgo anotador será para Kevin Durant y LeBron James, con la capitanía y los galones del veterano Kobe Bryant, aunque todos participarán en el festival anotador que se prevé que sean sus partidos, máxime contando con talentos y físicos impresionantes de cara a la canasta, como Russell Westbrook, Chris Paul o Deron Williams.

El único punto flojo que se puede encontrar a esta selección es el juego interior, ya que Tyson Chandler no tiene grandes capacidades ofensivas y parece encontrar algunas complicaciones para defender a pívots habilidosos, lo que le acarrea problemas de faltas. Los otros dos jugadores interiores del equipo, Kevin Love y Anthony Davis, no han sido muy utilizados en la rotación durante los partidos de preparación, mientras que los otros jugadores candidatos a la rotación en la pintura, Carmelo Anthony y Andre Iguodala, podrían encontrar algunas dificultades en defensa, si bien parece que la faceta reboteadora está asegurada.

Otros candidatos a medalla en este grupo es Argentina, que mantiene gran parte del núcleo duro de sus éxitos internacionales anteriores, sobre todo el oro olímpico de 2004 en Atenas. Manu Ginobili y Luis Scola serán los encargados de cargar gran parte del ataque, siempre ayudados por el incansable trabajo en ambos lados de la cancha de Andrés Nocioni y la dirección de Pablo Prigioni. Otros jugadores habituales en la rotación serán Carlos Delfino, anotador incansable con buena muñeca, y Leo y Juan Gutiérrez, interiores sin miedo a fajarse abajo y con ciertas habilidades de cara a la canasta, ya sea cerca o lejos del aro. El problema de esta selección será la veteranía de sus jugadores, con más de la mitad del equipo por encima de los 32 años, y lo escaso de su rotación, lo que obligará a muchos minutos de sus titulares y hombres de confianza, a los que se unirán ‘Pancho’ Jasen, Federico Kammerichs y el menudo aunque ágil base Facundo Campazzo. A pesar de ello, no se espera que bajen la intensidad lo más mínimo en la mayor parte de los enfrentamientos.

Por su parte, Francia intentará aprovechar la tendencia positiva de su plata en el Eurobasket del año pasado y colarse en el grupo de selecciones con opciones de medalla. Para ello, cuenta con el talento ofensivo infinito de Tony Parker, a lo que hay que unir la presencia de otros cuatro NBA, Nico Batum, Kevin Seraphin, Ronnie Turiaf y el polivalente Boris Diaw. Su juego se basará en el físico y la defensa presionante para poder correr, con otros jugadores de hechuras portentosas como Diawara, Gelabale o Pietrus, si bien pueden tener problemas si el juego al contraataque no funciona y tienen que legarlo todo al talento y la improvisación de Parker y sus sustitutos, Nando de Colo y Fabien Causeur.

El último de los equipos con aspiraciones de medalla en el grupo A es Lituania, llegada a la competición tras clasificarse en el torneo preolímpico de Caracas hace apenas tres semanas. Poco nuevo se puede decir del equipo lituano, cuya plantilla se integra, como suele ser habitual, con jugadores con un gran conocimiento del juego, buenos fundamentos técnicos y un fiable lanzamiento de larga distancia. El peso en ataque lo llevará Linas Kleiza, que seguramente gaste más tiros de los que se corresponden, mientras que el balón será propiedad de Sarunas Jasikevicius en los momentos calientes. En la pintura, destacan un joven y un veterano, Valanciunas y Songaila, aunque los bálticos podrían notar la ausencia de los kilos de jugadores como Robertas Javtokas o los hermanos Lavrinovic. Por fuera, abundan los tiradores (Jasaitis, Seibutis), aunque con opciones de penetración (Kaukenas, Pocius).

Las cenicientas del grupo, aunque siempre dispuestas a dar una sorpresa, serán las dos selecciones africanas, que pueden darse por satisfechas con su participación en los Juegos Olímpicos. Nigeria, clasificado con gran sorpresa en el torneo previo de Caracas, intentará jugar sus bazas con un equipo potente en lo físico y dispuesto a correr, liderado por un jugador NBA, Al Farou Aminu, uno de los pocos que juegan fuera de su país, y el carismático Ike Diogu. En el caso de Túnez, clasificado como campeón del torneo africano el pasado año, su juego se basa en un ritmo bajo, con tanteadores no muy altos, aunque intentado encontrar buenas posiciones de lanzamiento. En defensa, pueden sufrir dada la baja estatura de casi todos sus jugadores, incluso la mayoría de sus interiores.

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