martes, 4 de febrero de 2014

El Mundial de las confirmaciones

La Copa del Mundo de la FIBA, que estrena denominación en esta edición tras conocerse como Mundial, Mundobasket y Campeonato Mundial en diferentes épocas desde su primera celebración en 1950, buscará el próximo mes de septiembre al nuevo mejor equipo nacional del planeta, y lo hará en España, en un total de seis sedes repartidas por todo el país.

El sorteo, celebrado este lunes en Barcelona, ha confirmado las previsiones de la FIBA de que Estados Unidos y España, los dos principales cabezas de serie para determinar el calendario, serán los favoritos y no se cruzarían hasta una hipotética final. Sin embargo, selecciones como Francia, Argentina o Lituania intentarán acercarse lo más posible al partido definitivo y a las medallas. Y es que la suerte ha querido que uno de los cuadros del torneo se vea mucho más cargados de candidatos a medalla que el otro, haciendo más duro el camino de algunos de los equipos destinados a alcanzar cotas altas. A pesar de ello, la primera ronda, en la que reclasifican para octavos de final cuatro de los seis equipos encuadrados en cada grupo, no parece que vaya a ser demasiado complicada para ninguno de los favoritos, salvo sorpresa mayúscula. Además, a más de medio año para el inicio de la gran cita, muchos países aún no saben con qué jugadores podrán contar, tanto en el caso de las nacionalizaciones como de posibles lesiones o renuncias, mientras que también podría haber algunos cambios en los banquillos de aquí al periodo de convocatorias.

Así, en el grupo A, España no debería pasar penurias para clasificarse, buscando poner la primera piedra de una nueva medalla, a ser posible de oro como en Japón en 2006, para poner un buen broche a la mejor generación baloncestística nacional. Sin embargo, los resultados en los partidos contra una Serbia en constante renovación y con el debut de Shasha Djordjevic en el banquillo; contra Brasil, invitado al torneo tras un FIBA Américas decepcionante sin ninguna de sus estrellas del juego interior, y, sobre todo, contra Francia, campeón del Eurobasket, determinarán la posición de cada uno de ellos y, por tanto, los emparejamientos con los equipos del grupo B de cara a la segunda fase. Egipto e Irán son los rivales más débiles de este cuadro y la clasificación final puede depender de que alguna de estas dos selecciones dé la sorpresa a los cuatro favoritos.

En el grupo B, Argentina intentará prolongar un torneo más a su veterana Generación Dorada, que se enfrenta probablemente a su último torneo, si bien el equipo liderado por Ginobili, Nocioni y Scola se nutrirá, como el los torneos anteriores, de jóvenes promesas y otros jugadores contrastados que, lamentablemente, no han llegado al nivel de sus antecesores. La siempre competitiva Grecia; Puerto Rico, en constante renovación y búsqueda de jóvenes talentos tanto dentro de la isla como en Estados Unidos; y Croacia, que quiere ratificar el buen papel realizado en el Eurobasket de 2013, serán los principales rivales para determinar los puestos de clasificación y, por tanto, los cruces como en el grupo A. Igual que en el caso anterior, dos selecciones parecen, en principio, convidados de piedra en el torneo, Senegal y Filipinas.

De este modo, cualquiera de los cruces que se presenta a los clasificados de los dos primeros grupos, así como el camino hacia las medallas, no parece que vaya a tener paradas sencillas para ninguno de los equipos en liza.

En el otro lado del cuadro, la superioridad de Lituania y EEUU en sus respectivos grupos y, probablemente, hasta las seminifinales, no parece que vaya a tener demasiada discusión. En el grupo C, los estadounidenses, dependiendo de la plantilla que finalmente presenten a la competición (parece que Kevin Durant, Kevin Love y Stephen Curry serán de la partida, mientras otras superestrellas como Lebrun James, Carmelo Anthony o Kobe Bryant esperarán hasta los Juegos Olímpicos), tienen asegurado el primer puesto. El resto de los clasificados se decidirán en una ardua competición entre cinco equipos con argumentos suficientes para intentar colarse en la siguiente fase. Turquía querrá repetir la medalla de plata del Mundobasket de 2010 y olvidar así el descalabro del pasado Eurobasket, mientras que, en el caso contrario, Finlandia y Ucrania intentarán repetir las buenas sensaciones de hace un año para colarse en las eliminatorias. Por su parte, Nueva Zelanda siempre presenta equipos muy intensos y activos, aunque algo carentes de talento en algunas posiciones, por lo que parece uno de los más débiles, mientras que la República Dominicana intentará movilizar a sus jugadores NBA y a las estrellas que juegan en Europa para armar un equipo con más peligro en ataque que en defensa.

En el último grupo, el D, una de las naciones con más tradición baloncestística, Lituania será la gran favorita, teniendo que medirse en los primeros partidos con otra selección siempre competitiva, Eslovenia. Aparte de las dos europeas, la sorprendente campeona del FIBA Américas, México, liderada por Gustavo Ayón, y Australia, un país que siempre junta plantillas de cierta calidad técnica, intentarán aprovechar la oportunidad de acercarse a las eliminatorias dado el mejorable nivel de los dos equipos que completan el grupo, Angola, habitual en las citas internacionales, y Corea del Sur.

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