lunes, 18 de junio de 2012

De experiencia y deseo

La final de la Liga ACB de baloncesto se ha resuelto con el ganador más esperado en la mayor parte de los pronósticos, aunque no de la manera que muchos podían vaticinar. Los ‘futboleros’ han protagonizado una serie marcada por la igualdad y el gran nivel baloncestístico y en la que han destacado las ganas del Real Madrid, hambriento de títulos después de una época dorada de su gran rival. Finalmente, el deseo, compartido por ambos contendientes, y la experiencia, patrimonio del Barça, han sido la tónica que ha marcado el desarrollo de una serie emocionante y de gran nivel.

De este modo, después de cinco partidos, se puede concluir que los madrileños han impuesto su baloncesto durante más minutos a lo largo de la serie, si bien el Regal Barça se ha mostrado más competitivo y acertado en los momentos más calientes de los partidos. El Real Madrid ha presentado una buena defensa que ha conseguido reducir la efectividad de los barceloneses de cara a canasta, mientras que su tendencia a abusar del triple en los ataques estáticos se ha visto favorecido por grandes porcentajes. El Barça, por su parte, se ha encomendado a sus grandes baluartes ofensivos y al juego directo propio de Navarro y Marcelino Huertas para resolver los momentos complicados.

Buen ejemplo de ello fue el primer duelo. El Madrid se presentó en el Palau dispuesto a asaltar la cancha blaugrana y consiguió rentas importantes, de hasta 17 puntos. Sin embargo, hubo toque de atención y exigencia de que, al menos, había que intentar no perder el ‘factor cancha’ tan pronto, algo que acabó con una de esas jugadas mágicas que pueblan el deporte de la ‘pelota gorda’ y que poco tienen que ver con el frío análisis de sistemas y estadística, el triple de Marcelinho Huertas desde más de diez metros, a una pierna, en carrera y sobre la bocina para más ‘inri’.

La historia fue la misma pero al revés en el segundo encuentro. El Barça salió dispuesto a no dejarse sorprender de nuevo, a imponer su juego y a controlar el partido, pero los blancos se mostraron respondones en el último cuarto y terminaron decantando el partido a su favor.


Con 1-1 y la serie en Madrid para dos partidos, los aspirantes lo veían todo a favor, sobre todo después de mostrarse muy superiores al Barça en el tercer choque con una diferencia de 26 puntos, superior en el marcador a lo que se vio en la cancha. Ese fue el momento definitorio de la final, ya que el Madrid debía demostrar que sabe ganar y no le pesaban los nervios y el Barça encomendarse a la experiencia de sus hombres para no sucumbir en campo rival. Y pasó lo segundo, con los blaugrana haciendo un partido muy serio, sin fisuras, con variantes defensivas que sorprendieron a sus rivales y consiguieron detener el vendaval blanco de los anteriores encuentros.

Así llegaron al desenlace de la tarde del sábado. De vuelta en casa, el Barça no quiso sorpresas y planteó un partido en el que debían llevar al iniciativa, de modo que, una vez consiguieron una ligera ventaja, la mantuvieron durante todo el encuentro. Hubo arreones blancos y momentos de corta ventaja, pero el partido no pareció peligrar demasiado en ningún momento. Juego, set y partido para los catalanes, que se imponían en gran parte gracias al toque de atención que supuso la amplia derrota en el tercer partido, a la que se sobrepusieron con una buena dosis de fuerza mental.

Uno por uno
Los principales protagonistas de la serie han sido la clase infinita de Erazem Lorbek, convertido en el principal referente ofensivo del Barça y MVP de la serie, y la competitividad, en ocasiones desmedida, de Pete Mickael, jugador al que le gustan estos partidos. Por su parte, un maltrecho Navarro ha ejercido de líder en la cancha y en el banquillo, aunque no haya rayado a su mejor nivel. Cabe destacar la ‘incomparecencia’ de Chuck Eidson, del que se esperaba más dado su rendimiento en la temporada, y las intermitentes aportaciones de Fran Vázquez, sobre todo en el último partido, y Marcelinho, especialista en desatascar situaciones comprometidas.

Por parte del Madrid, el mérito está muy repartido y casi todos los jugadores han encontrado un buen nivel en esta final. Sergio Rodríguez se ha encargado de poner algo de cordura y pases imposibles en algunos momentos apretados, mientras que Sergi Llull ha vuelto a demostrar que es un escolta al que se le obliga a subir el balón. Completando el ‘trío estudiantil’, Felipe Reyes ha vuelto a aportar intensidad, mientras que Carlos Suárez se ha disfrazado del otro Carlos, Jiménez, para aportar rebote y defensa en un trabajo callado. Los puntos los han puesto entre Jaycee Carroll, Ante Tomic, Kyle Singler y Nicola Mirotic, que ha dejado en el banquillo al que sacara las castañas del fuego al Madrid en la serie de semifinales, Novica Velickovic.

Cuestión de audiencias
La enésima final de los ‘futboleros’, aunque la primera en los últimos años, ha sido la de mayor seguimiento desde hace más de una década, con audiencias cercanas a los dos millones de espectadores en la mayoría de los partidos. La excesiva focalización de la atención mediática en la rivalidad entre estos dos equipos en cualquier disciplina deportiva ha hecho cambiar los planes de las retransmisiones y de los propios equipos, pasando los partidos a La 1 en horario de ‘prime time’. Estos hechos abren un debate sobre si el modelo de explotación de la ACB es el correcto en lo referente a promoción, fechas y horarios de juego y derechos de televisión o sobre si al ciudadano español realmente le gusta el baloncesto o únicamente los Madrid-Barça, se jueguen con la pelota que se jueguen.

1 comentario:

  1. Yo disfruté como un niño con esta final. Lástima que la ACB hoy en dia solo funcione con dinero y la verdad que pocos equipos pueden competir contra estos gigantes.
    Sobre las retransmisiones, poco que decir...yo que sigo el basket ni siquiera sé cuando dan algun partido por la tele, ya que lo pasan por TDP y no lo anuncian en absoluto.
    Espero que haya algun cambio y siempre para mejor porque a peor no podemos ir.

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